Eso de levantarme a las 5 de la mañana se me hace cruel, cuando salgo y veo que hay un millón de gente afuera y todo el movimiento, la crueldad como que ya no va, y pienso, Irma, que wevona eres...por poner mil excusas para levantarte temprano y llegar siempre tarde.
En fin, como consecuencia de la levantada tempra, la desvelada previa, durante el vuelo no podía mantenerme despierta, los cuentos de Cortázar solo sirvieron para que mi bolsa pesara el doble de lo normal, aterrizamos en veracruz, no recuerdo haber visto el aeropuerto, sentía de ese sueño estúpido que no te deja estar consciente, recuerdo haber pedido un café, haber comido un poco de fruta, como siempre, me comí la papaya, el melón verde y dejé la sandía [si hubiera sido melón del anaranjado tampoco me lo hubiera comido].... ah y unas galletitas que no sé por qué me supieron súper ricas. Me volví a dormir [mmmta...otra vez?], sabía que aterrizaríamos de nuevo en Cd. del Carmen, seguía en mi sueño intermitente, cuando la voz avisa que iniciaremos el descenso, yo solo quiero seguir dormida, en eso abro los ojos, volteo instintivamente hacia la ventanilla, ese tono 'aqua' del mar que no me parecía familiar, definitivamente me hizo despertar, había que observarlo!...como quisiera haberle podido decir al capitán, déjeme bajar porfa, solo voy a meter la mano en el agua, tomar un puño de arena y regreso, no me tardo....
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