Digamos que me considero una persona segura de si misma, pero a veces pienso que en realidad no lo soy, al menos no en todos los aspectos.

No sé si la seguridad tiene que ver con la iniciativa pero igual y sí. Por ejemplo no es lo más común que sea mi idea de repente hablarle a alguien para ir a algún lado o hacer algo cuando no es fin de semana, ya que se supone que uno anda ocupado en “otras cosas”. Las mismas cosas que a mí no me importaría dejar si alguien me habla para hacer algo, ¿entonces?? Puede ser que en el fondo solo tenga miedo de que me digan que no.

Tampoco soy la típica que organiza el evento de fin de semana o las próximas vacaciones, aunque si la primera apuntada ja, lo cual a su vez podría significar que me cuesta trabajo “Decir que no”, uts, ¿Será? Y generalmente cuando uno pide o pregunta algo, uno piensa (o debería pensar) que no hay nada que perder, no pasa de que te digan que no, pero sabemos que no es así de simple, ese “no” es un mini rechazo y no es igual a “nada”, porque a la segunda, tercera, etc. le piensas dos veces antes de intentarlo de nuevo. Si eso de la perseverancia no es cualquier cosa.

Esto me hace pensar cuándo fue la última vez que dije que no a alguna petición o invitación que realmente no quería aceptar, o por el contrario, cuando fue la última vez que dije sí y no estaba segura. Del último sí ya me acordé….Por otro lado, también me cuesta trabajo abordar ciertos temas, claro que no creo ser la única, ese otro asunto debe tener origen en situaciones por las que he pasado y que no quisiera pasar de nuevo porque alguna huella dejaron. Interesante. ¿Será que ir con un buen psicólogo te aclara ciertos pensamientos como estos? Que cosas jaja.